Escucho a mi alrededor muchos que hablan de cómo se tomaban el trabajo antes de desmotivarse. Y los sentimientos que afloraron una vez se desmotivaron.
Todos ellos se identifican o se han sentido identificados por alguno de los siguientes estados de ánimo.
El antes, cuando te sientes satisfech@:
- Te levantas con buen pie, con ganas de ir a trabajar.
- En el trabajo se te pasa el tiempo volando.
- No te importa quedarte hasta más tarde, pero no te puedes ir dejando una tarea a medias.
- Vuelves a casa, y desconectas.
El después, cuando te sientes insatisfech@:
- Cuando suena el despertador, quieres morir, no te apetece ir al trabajo.
- Te pones excusas a ti mismo para quedarte en la cama.
- Llegas a la oficina y estás deseando irte.
- Miras el reloj cada hora, pero el tiempo no pasa tan rápido.
- No te importa dejar cosas para mañana, ya que no se va la vida en ello.
- Te llevas el mal rollo a casa, con tu familia o amigos, últimamente sólo hablas de trabajo, de tus compañeros, de tus jefes.
La satisfacción laboral es una actitud que tiene tres componentes: conductual, afectivo y cognitivo. Una actitud generalizada ante el trabajo en la que predomina el componente afectivo, aunque no se puede confundir satisfacción con emociones, ya que la satisfacción es algo más estable. Es muy importante la interacción dinámica entre la persona y la situación.
A veces a causa de falta de liderazgo, otras veces a causa de un mal lider. Cuantas veces nos ha pasado que nos sentimos sobrecargados por hacer las cosas bien, al final trabaja más el que mejor lo hace y el que pasa desapercibido. Sólo unos pocos saben que eres tú el que trabaja bien, sólo aquellos que mandan un email únicamente para dar las gracias, o te llaman a propósito para agradecerte tu trabajo. Lo que ocurre es que estos que han quedado satisfechos, sólo te lo dicen a ti. No llaman a tu jefe para decirle lo bien que trabajas.
No es que nos hagan falta refuerzos, pero obtenerlos se agradece, aunque la frustración llega, cuando los logros se los llevan otros, que únicamente tienen más lavia, o simplemente se las ingenian para que el poco trabajo que hacen se note mucho, y parezca más importante.
Esto suele ocurrir cuando nos encontramos ante un jefe que tiene favoritismos, ya que dependiendo de ¨lo pelota¨ que sean con él, premiará de una u otra forma. Por lo que oigo, aquí en España se debe llevar mucho eso de hacer la pelota y el tener favoritos. Y no el demostrar la valía de cada uno, por lo que es y/o por lo que hace.
¿Entonces, qué hacer?
Si te encuentras en esta situación de insatisfacción, lo mejor es arriesgarse, ser positivo y cambiar, no sólo de actitud, también de trabajo si se requiere. Dejemos el pesimismo a un lado. No nos dejemos amedrentar por aquellos que dicen que hacen.
Imagenes: http://www.glasbergen.com/
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